Autora: Maika González
Desde TEAM VALLADOLID queremos seguir aportando nuestro grano de arena poético para no olvidar que el 25 de noviembre fue aprobado por la Asamblea de Naciones Unidas como «Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer» (DIEVM). Como preludio de la conmemoración de este día, parte del equipo asistimos el pasado martes, 22 de noviembre, al encuentro al que nos invitó y realizó la Asociación Cultural HABLA en la Casa Zorrilla, para que escritores y grupos de Valladolid pusieran PALABRAS en contra de la violencia a las mujeres. PALABRAS que resultan invisibles hasta que les ponemos voz, entonces tienen una fuerza poderosa. ¡Que vuelen por el mundo los textos que leímos en HABLA!
¿QUÉ TAL Sin violencia?
¿Qué tal si “la compasión” se abriera a la terca violencia? ¿Qué pasaría si entráramos con los cinco sentidos dispuestos a hacer cambios poderosos?
Quizá con “el tacto” seríamos todo piel de los otros, y de las invisibles otras… una a una.
Pensémoslo con todo el detalle de nuestras dermis. Sin duda caeríamos heridos, o presos del repudio, o temblaríamos de terror, o notaríamos el golpe brutal, o escucharíamos bombas de gritos iracundos, o veríamos hemorragias radicales, o techos de cristal por todas partes…
y…
¡Qué dolor nos provocaría también el silencio de una humanidad indiferente!
¿Qué tal si sucediera algo pasado mañana, o mañana, o quizá hoy mismo, o indiscutiblemente ahora? ¿qué tal si con la voz conmovida cantáramos como si fuéramos poetas?
“A nadie le incomoda ser amado, lo sabemos
con la misma seguridad de que el mar
no necesita ni una lágrima más para ser salado en abundancia”
¿Qué tal si imitáramos el verde más verde de la hierba para teñir el mundo de esperanza?
Maika González
Él me sorprendía como la menstruación,
no porque durmiera con las cejas sobre los ojos,
sino por lo que decía y cómo:
“Si un día quieres halagarme dime orgullosa,
“TIENES ESPÍRITU FEMENINO”.
Quiero escucharlo de tus labios como una fiesta,
para bañarme en esa frase como el mejor elogio,
para sentirme formando parte de la dulzura
cuya fuerza invisible sujeta el mundo.
Compara mis manos con las de las mujeres,
para llegar al cuidado y a la vida
sin ansia de dominio, honestamente.
Cuéntame las proezas de heroínas y genios
de todas las artes silenciadas en los libros.
Alábame pronunciando cualidades femeninas.
Y ¡por favor!… llámame un día mujer
como el mejor de los elogios”.
Maika González
(De: Palabras con piel de tango)